El tercer espacio: un mundo por descubrir

jueves, 23 de junio de 2011

GLOBALIZACIÓN




            El otro día, en clase estuvimos observando numerosas imágenes sobre “EL ROTO” (en Internet podemos encontrar muchas de ellas), estas viñetas o dibujos representan muchas de las cosas que están pasando hoy en día, por ejemplo la crisis mundial, el abuso de los recursos naturales, el capitalismo y la pobreza masiva, el machismo, el feminismo, el rechazo a ciertos grupos sociales, la corrupción, la inmigración, la crisis de valores, la dictadura de los mercados, etc. Pero sin duda una de ellas me llamó especialmente la atención ya que en otra asignatura hemos estado trabajando muy a fondo este tema y nos hemos informado bastante de ello: la globalización.

            Antes de comenzar mi reflexión me gustaría sugerir dos documentales muy interesantes sobre el tema, para aquellas personas que estén más interesados/as en la globalización y la crisis, el primero se denomina “story of staff” (http://www.storyofstuff.com/international/) y el segundo, un poco más largo, “No a la venta” (http://www.noalaventa.com/contenidos/).

            Para comenzar, me parece que es increíble como las sociedades de los países ricos desconocemos la realidad que nos rodea. Sin embargo la globalización afecta a todo el mundo y a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluso podemos decir que todos contribuimos a su existencia.

            Bajo mi punto de vista, en un primer momento la globalización puede parecer buena y positiva, pero si hacemos un recorrido por todos sus aspectos e investigamos los pequeños detalles nos vamos a dar cuenta que puede que sea positiva para unos cuantos, sin embargo para la gran mayoría de la población mundial es negativa, pues afecta nocivamente a su salud, a su economía, a su trabajo y a sus relaciones con la sociedad.

            En primer lugar, somos conscientes que la mayoría de los bienes y servicios que obtenemos del mercado no proceden del mismo territorio geográfico al que pertenecemos, sino que vienen de las partes del mundo más insospechadas, de hecho la mayoría de las empresas que controlan el mercado al que nosotros accedemos lo llevan personas de otras nacionalidades y culturas, a los que no le interesan como contribuir a una economía nacional, sino a su propia economía estén donde estén.

            Por otra parte, cada vez es más visible que lo que ocurre en cualquier lugar del mundo afecte a todos los demás países, de manera que necesitamos dar un giro en este sentido. Además, vemos que hay países que son mucho más relevantes que otros. Cada vez manda más el mercado y menos las políticas nacionales y los Estados.

            Con todo esto se pierden Derechos humanos y sociales, fomentando cada vez más los intereses individuales y haciendo caso omiso a los colectivos. Con estas prácticas empresariales se hace mucho daño al medioambiente y se contribuye a aumentar las desigualdades sociales. Y lo peor de todo es que en numerosas ocasiones tiene repercusión sobre las poblaciones empobrecidas, pero no sobre aquellos que causan los desastres.

            Desde la educación social podemos trabajar en la integración de los excluidos por la globalización elaborando diversos planes de actuación, los cuales servirán para disminuir las desigualdades entre las personas.

            Frenar los efectos negativos de la globalización es tarea de todos los ciudadanos, por lo tanto podemos establecer una serie de medidas que facilitarán dicho propósito, como por ejemplo concienciar a la población de la manipulación a la cual estamos sometidos, especialmente de los medios de comunicación y las autoridades políticas, exigir a nuestros dirigentes a que actúen a favor de los derechos de los individuos y  que trabajen en nuestra protección, evitar el consumismo desmesurado en productos consiguiendo que se invierta más en la educación y cesar en la superproducción de bienes de consumo, educar a las nuevas generaciones en valores sociales tales como, tolerancia, solidaridad y respeto para conseguir una mejor convivencia dentro de la sociedad multicultural en la cual hoy estamos inmersos.

            Las multinacionales se trasladan a los países más pobres en busca de mano de obra barata, con el único fin de ganar más, a costa de explotar a los trabajadores o de causar graves impactos medio-ambientales en estos lugares. Pero a pesar de ello, en muchas ocasiones estos países compiten entre sí, bajando sus estándares medio-ambientales y sociales, con el fin de atraer a las empresas extranjeras, pensando que son beneficiosas o simplemente porque las necesitan para pagar su deuda externa.

            He de decir que no estoy contra el progreso, pero si creo que es necesario un desarrollo sostenible, que sea respetuoso con el medio-ambiente y con todos y cada uno de los seres humanos que vivimos en este maravilloso pero castigado planeta. Considero necesario que los países recuperen la soberanía perdida y que, a través de una democracia real, los ciudadanos y ciudadanas podamos expresarnos libremente y tomar decisiones como por ejemplo, hacer una guerra, pero una guerra donde nadie muera, una GUERRA CONTRA LA POBREZA.

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